Aquí
donde no estás
recupero la ceniza
y tu vuelo sin claudicación.
Aquí
sin dimisiones
en todos los comienzos.
No me digas sí
ahora que enamoro en ese miedo,
que te pierdo y no te dejo.
Es bueno dejar la mirada sin ataduras
y la duda divagando
porque vuelve. Siempre vuelve.
Un vacío nos ataca
y nos deja prisioneros
apagándonos jamás.
Ahora que te pierdo y no te dejo
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